En Vijñānabhairava Tantra encontraremos la conciliación aparentemente imposible entre teorías no duales y duales que aparecían en propuestas filosóficas anteriores pero también y cuando aún no existían las prácticas desarrolladas del llamado "Tantra Postclásico" (conocido sobre todo por su nombre haṭha yoga), podemos empezar a ver en este texto las primeras propuestas del uso del cuerpo como medio para el trabajo meditativo así como propuestas vinculadas al trabajo sutil con la energía.

Pero eso no es todo, porque quizá lo más remarcable de todo este conjunto apasionante es la propuesta de prácticas viables sobre la compleja identificación entre trascendencia e inmanencia, o lo que es lo mismo, entre la experiencia de la Vacuidad y la vivencia cotidiana de lo particular de una forma excepcionalmente práctica.

Y es que la Vacuidad, que es una parte esencial de la doctrina Budista, aparece de una forma muy particular en estas tradiciones no duales que en conjunto con otras teorías sobre la naturaleza del campo vibratorio de la realidad visible e invisible empieza a parecerse de forma asombrosa y maravillosa a los últimos descubrimientos sobre Física Cuántica.
 
La tradición heterodoxa del Tantra, que no sigue a los Vedas ni a ninguna autoridad impuesta, sólo tiene como "maestra" a la realidad misma (visible e invisible). Es tradición porque implica un legado desde muy antiguo pero, al contrario de muchas tradiciones, no pretende que seamos nada más ni nada menos que lo que ya somos, es decir, la propia Esencia del Universo. Todo lo que necesitamos está y ha estado siempre frente y en nosotr@s, así que lo único que necesitamos es un pequeño gran cambio en la mirada. Y esto es Tantra.